Es muy agradable que llegue una comida o cena esperada y la mesa esté vestida para la ocasión. Normalmente parece que se ha ido un montón de dinero que después no se va a aprovechar. El mantel, las servilletas, servilleteros, centro de mesa, copas, cubiertos... Ya no es necesario acobardarse porque nos apetezca celebrar alguna comida. Basta con utilizar nuestras cosas de siempre y añadir algunos detalles: una rosa de tela al pie de cada copa, pajaritas de papel de colores con el nombre de cada invitado y unas servilletas vistosas de papel.
Siempre podemos tener la mesa vestida de fiesta y ser creativos y originales a la vez.
6 de octubre de 2011
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